Reflexiones de Paco Muguiro SJ sobre el enfrentamiento del Gobierno con los Indígenas de nuestra Selva...
DIA 5 DE JUNIO, DIA DEL MEDIO AMBIENTE Y REPRESION EN BAGUA
Hoy nos toca llorar a todos, llorar por los nativos muertos y heridos por una justa causa; llorar por los policías muertos y heridos cumpliendo órdenes; llorar por un congreso que deja dormir los problemas graves de los ciudadanos/as a los que representa, y que juega con votaciones amañadas, para retrasar la toma de decisiones, que se esperaban por más de cinco meses; nos toca llorar por el presidente del país y sus ministros, que dan leyes inconsultas, para apoyar un modelo de desarrollo para nuestra amazonía, que no va ni con la Amazonía, ni con los nativos que la habitan; nos toca llorar por unos medios de comunicación que mal informan y dan una imagen falsa de lo ocurrido; nos toca llorar no solo por las esperanzas muertas de los que murieron físicamente, sino por todas las esperanzas que mueren en los que quedan vivos. Esperanzas en un gobierno que los escuchara, esperanzas en un congreso que los apoyara, esperanzas en un estado que los defendiera después de tantos siglos de olvido, y que no dispara tan fácilmente contra ellos.
Nos toca llorar por una Defensoría del Pueblo, que debió pedir la inconstitucionalidad de las leyes tres meses antes; nos toca llorar por nuestro país, que para desbloquear una carretera ha tenido que asesinar a más de 40 personas entre policías y nativos y herir a más de 150. Porque con la represión de ayer no se ha solucionado el problema de los nativos, el problema del desarrollo amazónico, sino que se ha profundizado más el problema de la incomprensión de los pueblos indígenas y del desarrollo que pretenden; el problema de la dación de leyes inconsultas, presionadas por un mercado que exige cada día más recursos naturales; el problema de un congreso que solo mira a una parte del país, y que está más preocupado de alianzas para sacar intereses partidarios, y que no ve el problema de su pueblo. Nos toca llorar porque el problema de lñas comunidades nativas queda en pié, pero ahora más claro y evidente.
Con la represión de ayer el gobierno no ha ganado autoridad, la ha perdido, el gobierno no ha ganado en credibilidad, ahora se cree menos en él, el gobierno no ha ganado en gobernabilidad porque lo de ayer ha sido expresión de ingobernabilidad total. Ayer no ganó la democracia, ayer hemos perdido todos. Nos toca llorar porque después de tanta muerte y tantos heridos el problema se hizo más grande, más profundo, más difícilmente solucionable. No es con leyes sin discutir y consensuar que se hace el desarrollo, es con personas, ciudadanos/as convencidos y que creen en esas leyes. No es con efectivos policiales o con cañoneras de la Marina en los rios de la selva, que se va a conseguir el desarrollo.
Para la gran mayoría del país, no para la mayoría parlamentaria, la represión de ayer ha sido un tremendo retroceso en el desarrollo de la Amazonía. Nos toca llorar por el retroceso que se ha dado ayer en el desarrollo del país. Pero nos gustaría que tanta muerte y tanto herido no fuera inútil, y que nos hiciera pensar y sobre todo cambiar de actitudes en las formas de gobernar y solucionar los conflictos.
Ayer por la noche todos los líderes políticos, desde Lourdes Flores a Humala criticaron al gobierno por la forma de actuar en la solución del conflicto. Sin embargo los líderes del gobierno le echan toda la culpa al dirigente nativo. Ojalá tanta muerte y tanto herido haga cambiar en algo la política de este gobierno sobre la Amazonía. Paco Muguiro Ibarra s.j. 06-06-09
Hoy nos toca llorar a todos, llorar por los nativos muertos y heridos por una justa causa; llorar por los policías muertos y heridos cumpliendo órdenes; llorar por un congreso que deja dormir los problemas graves de los ciudadanos/as a los que representa, y que juega con votaciones amañadas, para retrasar la toma de decisiones, que se esperaban por más de cinco meses; nos toca llorar por el presidente del país y sus ministros, que dan leyes inconsultas, para apoyar un modelo de desarrollo para nuestra amazonía, que no va ni con la Amazonía, ni con los nativos que la habitan; nos toca llorar por unos medios de comunicación que mal informan y dan una imagen falsa de lo ocurrido; nos toca llorar no solo por las esperanzas muertas de los que murieron físicamente, sino por todas las esperanzas que mueren en los que quedan vivos. Esperanzas en un gobierno que los escuchara, esperanzas en un congreso que los apoyara, esperanzas en un estado que los defendiera después de tantos siglos de olvido, y que no dispara tan fácilmente contra ellos.
Nos toca llorar por una Defensoría del Pueblo, que debió pedir la inconstitucionalidad de las leyes tres meses antes; nos toca llorar por nuestro país, que para desbloquear una carretera ha tenido que asesinar a más de 40 personas entre policías y nativos y herir a más de 150. Porque con la represión de ayer no se ha solucionado el problema de los nativos, el problema del desarrollo amazónico, sino que se ha profundizado más el problema de la incomprensión de los pueblos indígenas y del desarrollo que pretenden; el problema de la dación de leyes inconsultas, presionadas por un mercado que exige cada día más recursos naturales; el problema de un congreso que solo mira a una parte del país, y que está más preocupado de alianzas para sacar intereses partidarios, y que no ve el problema de su pueblo. Nos toca llorar porque el problema de lñas comunidades nativas queda en pié, pero ahora más claro y evidente.
Con la represión de ayer el gobierno no ha ganado autoridad, la ha perdido, el gobierno no ha ganado en credibilidad, ahora se cree menos en él, el gobierno no ha ganado en gobernabilidad porque lo de ayer ha sido expresión de ingobernabilidad total. Ayer no ganó la democracia, ayer hemos perdido todos. Nos toca llorar porque después de tanta muerte y tantos heridos el problema se hizo más grande, más profundo, más difícilmente solucionable. No es con leyes sin discutir y consensuar que se hace el desarrollo, es con personas, ciudadanos/as convencidos y que creen en esas leyes. No es con efectivos policiales o con cañoneras de la Marina en los rios de la selva, que se va a conseguir el desarrollo.
Para la gran mayoría del país, no para la mayoría parlamentaria, la represión de ayer ha sido un tremendo retroceso en el desarrollo de la Amazonía. Nos toca llorar por el retroceso que se ha dado ayer en el desarrollo del país. Pero nos gustaría que tanta muerte y tanto herido no fuera inútil, y que nos hiciera pensar y sobre todo cambiar de actitudes en las formas de gobernar y solucionar los conflictos.
Ayer por la noche todos los líderes políticos, desde Lourdes Flores a Humala criticaron al gobierno por la forma de actuar en la solución del conflicto. Sin embargo los líderes del gobierno le echan toda la culpa al dirigente nativo. Ojalá tanta muerte y tanto herido haga cambiar en algo la política de este gobierno sobre la Amazonía. Paco Muguiro Ibarra s.j. 06-06-09
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