miércoles, 2 de diciembre de 2009

alcancémonos...



EL ZORRO DE ABAJO: ¿Entiendes bien lo que digo y cuento?



EL ZORRO DE ARRIBA: Confundes un poco las cosas.



EL ZORRO DE ABAJO: Así es. La palabra, pues, tiene que desmenuzar el mundo. El canto de los patos negros que nadan en los lagos de altura, helados, donde se empoza la nieve derretida, ese canto repercute en los abismos de roca, se hunden en ellos; se arrastran en las punas, hace bailar a las flores de las yerbas duras que se esconden bajo el ichu, ¿no es cierto? (…) ¿Suceden ahora, en este tiempo, historias mejor entendidas, arriba y abajo?



EL ZORRO DE ARRIBA: Ahora hablas desde Chimbote; cuentas historias de Chimbote. (…) Pero ahora es peor y mejor. Hay mundo de más arriba y de más abajo. El individuo que pretendió quitarse la vida y escribe este libro era de arriba; tiene aún ima sapra sacudiéndose bajo su pecho. ¿De dónde, de qué es ahora? Yanawiku hina takikamuway atispaqa, asllatapas, Chimbotemanta. Chaymantaqa, imaymanata, imaynapas, munasqaykita willanakusun ¡Yaw! yunga atoq. Como un pato cuéntame de Chimbote, oye zorro yunga. Canta si puedes, un instante. Después hablemos y digamos como sea preciso y cuanto sea preciso.


EL ZORRO DE ABAJO: Nisiuntam kaypi, sumaq, millay qapaykuna, imaymana, runakunamanta, asnasqaña la mar qochamantapas, imaymana uku yahumanta, llasaq wayramanta, hichaq, hichanakuq, tubukunamanta qapaynin, sinqayta, uyariyniyta tutayachin. Ninriyñataqmi,saya sayarispa, huk asnaywan, huk qapaywan, chay nisqay minisqa asnaykunawan, kancharin, tanlinya, wañuyta, achikyayta, mosoqyayta poqchiqta, poqchoqta, llanllariqta, kikillamanta o por la fuerza tasnuqta, qasillaqta musiaspa. Qawaytaqa qawaripunin. Qam hina imaymana kaq, chay kaqllamanpas tukutuytaqas atinitaq. Chayman, willanakunsuyá, aypanakunsunyá maykamapas imaynapas. Muy fuertemente, aquí, los olores repugnantes y las fragancias; los que salen del cuerpo de los hombres tan diferentes, de aguas hondas que no conocíamos del mar apestado, de los incontables tubos que se descargan unos sobre otros, en el mar y al pesado aire se mezclan, hinchan mi nariz y mis oídos. Pero el filo de sus orejas, empinándose, choca con los hedores y fragancias de que te hablo, y se transparenta, siente, aquí, una mezcolanza del morir y del amanecer, de lo que hierve y salpica, de lo que se cuece y vuelve ácido, del apaciguarse por la fuerza o a pulso. Todo ese fermento está y lo sé desde las puntas de mis orejas. Y veo, veo; puedo también, como tú, ser lo que sea. Así es. Hablemos, alcancémonos hasta donde es posible y como sea posible.



(Arguedas 1983: t. V, 48-50)

1 comentario:

  1. En lo personal no me termina de convencer, no percibo que refleje a la institución, los colores son fríos y el isotipo es muy plano. Bueno una humilde opinión... Me parece un logo de un staff de ingenieros o algo así. Un abrazo y ya nos vemos.

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